04/08/2023
La sociedad está cada vez más concienciada con la importancia de la sostenibilidad, razón por la cual exige prácticas responsables en lo que a la producción de energía se refiere. Además, la escasez de recursos energéticos, como el gas natural y el carbón, sumado a la inflación del precio del petróleo, ha llevado a la búsqueda de fuentes de energía renovables más sostenibles. La transición hacia una energía limpia requiere de la colaboración de toda la sociedad, así como la implementación de políticas efectivas y tecnologías innovadoras por parte de empresas y gobiernos.
Energía solar
En la actualidad, esta es una de las energías renovables más accesibles en todo el mundo, aunque es cierto que no todas las regiones tienen las mismas horas de luz solar. La energía solar se obtiene a partir de la radiación solar que llega a la Tierra, la cual se transforma en electricidad mediante paneles solares. Son varias las razones por la que es una gran apuesta, siendo una de las más relevantes que no produce emisiones de gases de efecto invernadero ni otros contaminantes. Además, se puede utilizar en áreas remotas donde la conexión a la red eléctrica convencional tiene un coste muy elevado.
Energía eólica
La energía eólica es la que aprovecha la fuerza del viento, que, cuando la velocidad es superior a 90 kilómetros por hora, puede hacer girar las aspas de los molinos de viento. Estos cuentan con aerogeneradores y las instalaciones necesarias para transformar la energía cinética en electricidad. El potencial de la energía eólica para reducir las emisiones de CO2, fomentar el crecimiento económico e incrementar la accesibilidad a la energía la convierten en una alternativa sostenible y viable. Es una de las apuestas seguras para satisfacer las necesidades energéticas del futuro.
Energía geotérmica
Por su parte, la energía geotérmica es aquella que se obtiene a partir de un recurso natural, el calor interno de la Tierra. Para su obtención, es necesario perforar pozos profundos en el subsuelo para extraer vapor o agua caliente, que se encuentran en las capas subterráneas. Esta energía se transforma en electricidad en las plantas geotérmicas. Las principales ventajas que ofrece son: no produce gases de efecto invernadero, es un recurso natural inagotable y es una energía limpia.
Energía mareomotriz
Aunque no está tan desarrollada como las anteriores, la energía mareomotriz promete ser la revolución eléctrica del futuro. También conocida como energía oceánica, aprovecha el movimiento de las mareas para transformarlo en energía eléctrica. Una fuente de energía limpia e inagotable que, además, es altamente predecible. Los ciclos de las mareas se pueden predecir y conocer cuál es la potencia que puede ofrecer cada central, así que es un sistema de producción de electricidad muy fiable.
Energía de la biomasa
La biomasa es como se denomina a toda la materia orgánica que se puede utilizar como fuente de energía, razón por la cual también recibe el nombre de bioenergía. La biomasa se puede aprovechar de multitud de formas diferentes. Por ejemplo, a través de un proceso de biodegradación producido por microorganismos es posible obtener el biogás. Mientras, mediante el uso de los bautizados cultivos energéticos también se pueden obtener los biocombustibles, caracterizados por ser neutros en carbono.
Por último, cabe señalar que la tecnología también juega un papel clave en la automatización de procesos, por ejemplo para monitorizar el estado de las turbinas de los molinos de viento en tiempo real y prevenir averías. También se han empezado a emplear robots y drones para realizar tareas de supervisión y mantenimiento en estaciones eléctricas.