19/05/2023
El blockchain se define como una tecnología basada en una cadena de bloques de operaciones descentralizada. Genera una base de datos en la que los participantes pueden rastrear todas las transacciones que realizan. Es como un enorme libro de contabilidad compartido que no se puede modificar. Cuando un miembro de la red lleva a cabo una transacción digital, esta transacción genera una serie de datos asociados que quedan almacenados en uno de los bloques.
La clave del blockchain es que la información registrada no se puede modificar y eliminar. Únicamente se puede añadir nueva información, ya que todos los bloques están conectados entre sí mediante el cifrado criptográfico. Por lo tanto, modificar o eliminar datos de un bloque anterior a la cadena es imposible.
La diferencia entre blockchain y una red centralizada es que la tecnología basada en una cadena de bloques de operaciones se ejecuta en multitud de equipos informáticos distribuidos por todo el mundo y no en un solo sitio público. Esto conlleva múltiples beneficios para empresas de todos los sectores de actividad, incluido el eléctrico, como la descentralización, la privacidad y la seguridad.
La tecnología blockchain en el sector eléctrico
El blockchain promete revolucionar el mercado de la energía eléctrica en un futuro cercano. Se trata de una tecnología de nueva generación que permite establecer una jerarquía de prioridades en lo que a las fuentes de origen se refiere, de manera que las compañías pueden dar precedencia a las fuentes renovables en el suministro de energía a los consumidores. Además, esta tecnología garantiza total seguridad y transparencia en la transacción, ya que esta queda registrada en el bloque de operaciones de tal manera que no se puede modificar o eliminar. Esto permite a todas las partes interesadas auditar los resultados.
En lo relativo a los coches eléctricos, en el futuro será necesaria la implementación de sistemas que permitan habilitar cargadores eléctricos. El blockchain facilitará en gran medida las transacciones entre usuarios. Esta tecnología permitirá abastecer diferentes recintos de electricidad de manera rápida y sencilla. Los usuarios residenciales contarán con sistemas de energía mediante planes flexibles para, por ejemplo, cargar sus coches en horarios donde exista una oferta de energía limpia.
Los principales usos del Blockchain en el sector energético son los siguientes:
- Transparencia y seguridad: como todas las operaciones quedan registradas en una plataforma, todas las partes pueden auditar los resultados. En líneas generales, la cadena energética atraviesa distintos países y conecta a diferentes compañías. El blockchain reduce los malentendidos.
- Certificación: esta tecnología automatiza y acelera cualquier certificación de energía renovable, para lo cual es requisito indispensable que la energía que suministran las empresas sean 100% de origen verde. Gracias al blockchain, pueden asignar activos de generación en los puntos de consumo de manera sencilla.
- Contactos inteligentes: pueden ponerse en marcha, siempre y cuando las dos partes implicadas cumplan lo pactado. Esto permite eliminar intermediarios y simplificar los procesos. Como resultado, se reducen los costes y también se mejora la protección y privacidad de datos.
Por último, cabe señalar que el blockchain proporciona los datos de manera inmediata, lo que ofrece un beneficio adicional a los proyectos. La red se construye mediante bloques, que, a su vez, se construyen con grupos de datos. En el sector energético, esto se traduce en una mayor eficiencia en los procesos. Además, permite tener una visión integral de cada una de las fases de los mismos.
Las empresas energéticas deben cumplir una legislación que requiere la captación, comprobación y análisis de datos, para lo cual se necesitan utilizar muchos recursos. El blockchain garantiza que los datos y la información no se vean comprometidos.
