21/04/2023
Durante los últimos años, el consumo de energía ha aumentado de manera notable en los países en desarrollo. Ha sido precisamente la energía eléctrica el motor de la transformación tanto industrial como social desde hace más de un siglo, y en la actualidad es un bien básico para la sociedad. En la lucha contra el cambio climático, la electricidad se sitúa como el vector energético más relevante, ya que permite un aprovechamiento más eficiente que otras fuentes de energía. Para cumplir con la transformación de procesos productivos, edificios y ciudades, el sector de la generación eléctrica está teniendo que cambiar, y para ello el apoyo de las tecnologías digitales es vital.
El uso de técnicas de analítica avanzada permite a las compañías predecir con un margen de error mínimo la demanda de energía eléctrica, así como la posibilidad de generar nueva electricidad a través de fuentes renovables. A esto hay que sumar que con el análisis masivo de información las organizaciones pueden ofrecer a sus clientes nuevos proyectos de mayor valor añadido. Por su parte la implantación de dispositivos inteligentes otorga a los clientes un papel más activo, ya que cuentan con la información que necesitan para optimizar el consumo.
Internet de las Cosas (IoT)
Una de las principales tendencias en el sector energético en lo que a las nuevas tecnologías se refiere es la implantación de dispositivos de Internet de las Cosas (IoT). El coste de estos dispositivos se ha reducido de forma notable en los últimos años, lo que ha favorecido su popularización. Para las empresas energéticas, incluidas las comercializadoras, cada vez es más eficiente la implementación de soluciones tecnológicas, como los contadores inteligentes.
Pero, ¿qué ventajas puede proporcionar el IoT a las compañías? Se trata de una solución tecnológica que puede ser de gran ayuda para reducir los costes operativos y, al mismo tiempo, impulsar la productividad. La implantación de contadores inteligentes supone un gran desembolso económico, pero el ahorro de costes a medio y largo plazo lo convierten en una buena inversión.
Por su parte, las redes de distribución eléctrica inteligentes son la mejor solución para que las empresas proveedoras de energía puedan leer y monitorizar el uso de la electricidad de forma 100% digital, sin necesidad de que haya profesionales controlando las lecturas de los medidores. Además, gracias a las nuevas tecnologías, podrán identificar en tiempo real la localización de cualquier fallo en la red.
Con el uso de controladores digitales, medidores y sensores, el IoT es la base de la gestión energética inteligente. Para aprovechar al máximo estos dispositivos, es imprescindible que los responsables de las empresas inviertan en una plataforma de gestión de datos centralizada y en el almacenamiento en la nube.
Ciberseguridad
En un contexto como el cual, la ciberseguridad es una de las principales preocupaciones de empresas de todos los tamaños y sectores, incluido el energético. Las organizaciones deben facilitar el acceso a los clientes y, al mismo tiempo, implantar las medidas de seguridad necesarias para proteger sus datos. Una de las principales recomendaciones es planificar y ejecutar un programa de gestión de riesgos de ciberseguridad.
El programa debe incluir elementos como el intercambio bidireccional de información sobre los riesgos y la integración con la estrategia corporativa. Las comercializadoras tienen a su disposición un amplio abanico de opciones en lo que a la ciberseguridad se refiere, como la autenticación biométrica o multifactorial, las redes virtuales privadas o las políticas de contraseñas fuertes, entre otras.
Estas son las principales innovaciones del sector eléctrico en la actualidad, las cuales continuarán evolucionando en los próximos años.