16/12/2022
Si este invierno quieres pagar menos en la factura de la luz, debes conocer una serie de consejos para optimizar el uso de energía. Existen algunos hábitos que pueden hacer que el consumo se dispare y que, por lo tanto, debes evitar. Uno de los más extendidos es el de encender la calefacción dos o tres horas al día para, supuestamente, gastar menos. Sin embargo, lo ideal es mantener una temperatura estable en el hogar. De lo contrario, al poner en marcha la calefacción con la casa fría, la caldera tendrá que trabajar a máxima potencia, disparando así el consumo.
¿Cómo optimizar el uso de energía en el hogar?
Uno de los principales cambios que debes hacer en la vivienda para ahorrar en la factura de la luz es el de cambiar los viejos electrodomésticos por modelos más eficientes. Elige electrodomésticos con etiqueta energética A, que supondrán un gran ahorro para ti y un menor impacto para el medio ambiente.
Un gesto tan sencillo como desenchufar los dispositivos eléctricos que no estás utilizando o desconectar completamente los que se quedan en ‘stand-by’ puede traducirse en un ahorro de hasta el 10% en la factura de la luz. A todo esto hay que sumar la importancia de instalar bombillas LED, cuyo consumo es significativamente inferior al de las bombillas tradicionales y, además, tienen una vida útil mucho más larga.
En invierno, presta especial atención a la temperatura de la calefacción porque si es demasiado alta el consumo se puede disparar. Lo más recomendable es mantener la vivienda a una temperatura de entre 19 y 21 grados por el día, y entre 15 y 17 grados por la noche. Recuerda que cada grado de más supone un incremento del 7% en la factura.
Para un uso eficiente de la calefacción, es requisito que los radiadores estén limpios y purgados. Como resulta lógico, no debes cubrir los radiadores con muebles o ropa secándose, porque esto hará que la vivienda no alcance la temperatura deseada.
Por supuesto, debes aislar la vivienda porque de nada sirve que tengas un buen sistema de calefacción si se escapa el calor por puertas y ventanas. Si no quieres gastarte mucho dinero en cambiarlas, puedes instalar burletes. Son unas bandas de silicona que se colocan en los bordes de la estructura de las ventanas para sellarlas herméticamente.
Hábitos
Además de los cambios que debes hacer en casa para ahorrar energía y notarlo en la factura de la luz, hay una serie de hábitos que debes adquirir.
Una de las formas más simples de ahorrar energía es aprovechar al máximo la luz natural. Para ello, instala estores o cortinas de tejidos naturales translúcidos y distribuye el mobiliario en las habitaciones de tal manera que favorezca el flujo de la luz natural.
Aunque parezca algo sin importancia, buena parte del calor que se genera al cocinar, se escapa si no utilizas una tapa. No solo tardarás más en poner a hervir el agua o en calentar la sartén, sino que también consumirás más energía.
Tanto la vitrocerámica como el horno no pierden el calor de manera inmediata cuando los apagas. Aprovecha el calor residual para terminar de cocinar. Puedes apagarlos cinco o diez minutos antes.
La plancha es uno de los electrodomésticos que consumen más de lo que crees porque necesita mucha energía para alcanzar temperaturas tan altas. Intenta planchar la ropa de una sola vez, empezando por los tejidos que necesitan menos temperatura.
Y, por último, evita abrir la nevera y el congelador continuamente. El frío que generan estos electrodomésticos se pierde rápidamente cuando haces esto.