22/09/2022
Teniendo en cuenta que el precio de la luz se sitúa en máximos históricos, resulta de especial interés conocer algunos trucos sencillos para ahorrar luz.
Utilizar los electrodomésticos de manera racional
Según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), los electrodomésticos suponen el 55% del consumo eléctrico en el hogar. Por esta razón es tan importante revisar su uso para ahorrar en la factura de la luz. Cuestiones tan simples como utilizar el lavavajillas o la lavadora a media carga o abrir la puerta del frigorífico de manera innecesaria son una fuente de gasto. Es importante elegir electrodomésticos eficientes y que cuenten con programas ecológicos.
Hacer un buen uso de la climatización
Utilizar mal la calefacción en invierno y el aire acondicionado puede hacer que la factura de la luz se dispare. El uso de termostatos programables es de gran ayuda para regular la temperatura y controlar el tiempo que se mantienen encendidos los aparatos. La temperatura confort durante el día está entre los 19 y los 21 grados en invierno y los 24 y 26 grados en verano.
Usar bombillas LED
Una de las formas más sencillas de ahorrar luz sin necesidad de hacer obras en casa ni gastar mucho dinero, es sustituir las bombillas tradicionales por bombillas LED. Consumen menor cantidad de energía, proporcionan una luz más adecuada para la vista y, además, tienen una vida útil mucho más larga. Aunque tienen un precio más elevado, la inversión se amortiza rápidamente.
Tener cuidado con el standby
El número de aparatos conectados a la red eléctrica en las viviendas es cada vez mayor, y una costumbre muy extendida es dejarlos conectados a la red en posición de standby. Ahora bien, aunque gastan menos que en fase de uso, en esta posición también tienen consumo eléctrico. Se trata de un consumo innecesario que se puede evitar simplemente apagando los aparatos por completo. Para ello se pueden utilizar regletas o enchufes inteligentes. El impacto en la factura puede alcanzar los 100 euros anuales.
Convertir la vivienda en un hogar inteligente
Gracias al avance de las nuevas tecnologías, es posible hacer un uso mucho más eficiente de los distintos aparatos para ahorrar en la factura de la luz: sistemas de climatización, sensores de presencia para la iluminación, instalaciones que abren y cierran las cortinas en función de las necesidades de luz… La inversión en domótica puede suponer un ahorro de hasta el 50% en el consumo de luz.
Aprovechar al máximo las horas de luz
En los meses de otoño e invierno es más complicado aprovechar las horas de luz, pero es importante hacerlo para utilizar lo menos posible la iluminación artificial. Los estores de tejidos naturales como el lino y el algodón son una gran inversión porque permiten la entrada de mucha luz y son muy resistentes al desgaste y a las manchas. Además, es conveniente pintar las paredes y los techos de colores claros para potenciar la luminosidad.
Ajustar la potencia de la luz
Una parte de lo que se paga en la factura mensual de la luz corresponde a la potencia contratada. Se trata de un coste fijo que aumenta a medida que crece el número de kW contratados. La potencia se define como la cantidad de kW que da la red eléctrica al mismo tiempo. Tener más potencia de la que realmente se necesita es un gasto innecesario, así que es conveniente ajustarla.
Estas son algunas maneras de ahorrar luz que resultan muy efectivas y que ayudan a pagar menos en la factura.