26/07/2024
El 26 de junio de 2024, el Diario Oficial de la Unión Europea publicó dos importantes actos legislativos: la Directiva (UE) 2024/1711 y el Reglamento (UE) 2024/1747. Estos documentos reflejan el esfuerzo de las instituciones europeas por mejorar la estructura del mercado eléctrico en la Unión.
Ambos actos legislativos se originan de una propuesta de reglamento presentada por la Comisión Europea el 14 de marzo de 2023. El Consejo de la Unión Europea, en su comunicado del 21 de mayo de 2024, destacó la decisión técnica de separar las modificaciones a la Directiva sobre la Electricidad y la Directiva sobre Fuentes de Energía Renovables en vigor en una Directiva independiente. Esto se hizo para evitar complicaciones jurídicas, dado que los reglamentos tienen una aplicación directa en todos los Estados miembros, mientras que las directivas dejan a cada país margen para adaptar su implementación.
Reforma del mercado eléctrico europeo
Una de las novedades más destacadas es la inclusión de los "acuerdos de conexión flexibles" en el nuevo artículo 6 bis de la Directiva UE 2019/944. Esta disposición será crucial para la optimización de las redes eléctricas y para el valor aportado por los sistemas de almacenamiento de energía (BESS). Otro aspecto relevante es el "derecho al consumo de energía compartida" o energy sharing, incluido en el nuevo artículo 15 bis, que permite a los clientes designar a un tercero para organizar el consumo compartido de energía. Esto abre nuevas oportunidades para el sector y refleja una transición hacia un mercado de bienes y servicios más integrado. La Directiva también introduce medidas para la protección de los consumidores vulnerables y establece directrices para la legislación energética urgente.
En cuanto al Reglamento, destaca el fortalecimiento de las competencias de la Agencia Europea de Cooperación de Reguladores (ACER) y la introducción de un "producto de aplanamiento de picos de consumo" con un tamaño mínimo de oferta de 100 kW. Además, se reformula la metodología de fijación de tarifas y se integran objetivos de planes nacionales y aceptación social en la metodología tarifaria. El Reglamento también aborda la flexibilidad y el apoyo a sistemas no fósiles, alineándose más con el espíritu armonizador de una directiva que con el carácter técnico de los reglamentos.
Un aspecto de interés es la interacción entre los mercados a plazo, los PPAs (Power Purchase Agreements) y los CfDs (Contracts for Difference). El Reglamento europeo fomenta estas opciones para que productores y consumidores aseguren precios a largo plazo, aunque la relación entre ellas no siempre es complementaria. En España, la legislación actual limita la firma de contratos bilaterales físicos para instalaciones sujetas al régimen económico de energías renovables (REER), un punto que ha sido objeto de críticas.
En cuanto a España, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) tiene previsto adoptar varias modificaciones normativas en los próximos años, que incluyen la revisión de metodologías para el cálculo de peajes y retribuciones en el sector eléctrico. Además, el Gobierno de España está trabajando en proyectos de real decreto sobre comunidades de energías renovables, producción de energía marina y mercados de capacidad, entre otros.
La regulación energética sigue evolucionando en la UE, y los recientes actos legislativos representan un avance dentro de este proceso continuo. Aunque no introducen cambios radicales, reflejan esfuerzos significativos por adaptar y mejorar el marco existente. La regulación del mercado eléctrico requiere una planificación y cumplimiento meticulosos para asegurar una transición efectiva hacia nuevos modelos de negocio, una mayor integración europea y una respuesta adecuada a los retos emergentes en el sector.
