11/07/2024
Las ventajas de la energía solar son claras a nivel ambiental, individual y social. Esta fuente de energía es sostenible y renovable, y no produce gases de efecto invernadero. A diferencia de combustibles fósiles como el carbón o el petróleo, la energía solar no requiere una extracción continua de materiales, lo que la convierte en una opción económica cuya inversión inicial se amortiza en pocos años. Además, los usuarios pueden experimentar un ahorro significativo en sus facturas y disminuir su dependencia de proveedores externos. También es importante destacar que el sector de las energías renovables está generando un creciente número de empleos.
De acuerdo con el último informe de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), la energía solar tiene el potencial de convertirse en la principal fuente de electricidad global para 2050, superando a la nuclear, los combustibles fósiles y la energía eólica. Las proyecciones de la AIE indican que la energía solar fotovoltaica podría proporcionar el 16% de la electricidad mundial, mientras que la energía solar termoeléctrica podría alcanzar el 11%. En conjunto, estas tecnologías podrían reducir las emisiones de CO2 a niveles comparables a las actuales emisiones del sector del transporte en todo el mundo.
El informe indica que la energía fotovoltaica seguirá creciendo sin obstáculos significativos y que la capacidad global instalada se incrementará entre un 65% y un 70% para 2050. Según las estimaciones, en ese año la capacidad acumulada alcanzará los 19,000 GW, lo que representará el 40% de la producción mundial de electricidad. Además, aproximadamente el 30% de esta capacidad se instalará en techos de comercios y viviendas, mientras que los 13,300 GW restantes se destinarán a grandes sistemas en suelo. De hecho, el informe destaca que los sistemas en suelo cubrirán sólo el 0,3% de la superficie total de la Tierra.
Nuevas tendencias de la energía solar
En el futuro de la energía solar se vislumbran avances significativos que transformarán el panorama energético global. Primero, los paneles solares continuarán mejorando en eficiencia gracias a tecnologías emergentes como las células solares de perovskita y los paneles solares híbridos, que combinan la generación eléctrica con la térmica para maximizar el aprovechamiento energético. Ejemplos como el panel de Abora Solar, con una eficiencia del 89%, destacan estos avances.
Además, el almacenamiento de energía será clave para superar la intermitencia solar. Sistemas avanzados como las baterías de última generación permiten almacenar y utilizar energía solar durante períodos sin luz solar o alta demanda, mejorando la integración en redes eléctricas.
La integración arquitectónica de paneles solares en edificios será cada vez más común, combinando estética y funcionalidad para reducir la huella de carbono y generar energía renovable directamente en el punto de consumo. Por último, la adopción de microinversores y redes inteligentes optimizará la eficiencia y gestión de sistemas fotovoltaicos, facilitando una mayor penetración en las redes eléctricas globales.
La combinación de tecnologías como la aerotermia con placas solares muestra un camino hacia la eficiencia energética y sostenibilidad en los hogares modernos, reflejando un futuro donde la energía solar juega un papel central en la transición hacia un uso inteligente y responsable de los recursos energéticos.
Principales retos a superar
Las cuatro principales barreras para la transición hacia la energía solar en las próximas décadas son: la resiliencia de la red, que enfrenta vulnerabilidad en periodos de baja irradiación solar; la disponibilidad de financiación, ya que los países en desarrollo carecen de recursos financieros adecuados; las cadenas de suministro, que se verán presionadas por la alta demanda de metales y minerales necesarios para las tecnologías renovables; y la oposición política de industrias en declive, que puede ralentizar el cambio.
