13/06/2024
Durante más de dos décadas, la Unión Europea ha mantenido un mercado eléctrico funcional, pero la reciente guerra en Ucrania y la volatilidad energética resultante han revelado la excesiva dependencia de los combustibles fósiles. En respuesta, el Parlamento aprobó un proyecto de ley en abril de 2024 para reformar las normas del mercado eléctrico, con el fin de promover contratos a largo plazo para energías más limpias y aumentar la transparencia.
Las reformas propuestas buscan crear un mercado energético más resistente y sostenible, con precios de electricidad más estables. Se busca beneficiar tanto a productores como consumidores, asegurando precios previsibles y promoviendo nuevas inversiones en energía limpia. Los contratos por diferencias bidireccionales (CFD) y los acuerdos de adquisición de energía (AAE) son herramientas clave para alcanzar estos objetivos.
La transición hacia energías renovables es crucial para garantizar un suministro energético sostenible e independiente en la UE. La Directiva revisada sobre energías renovables establece objetivos ambiciosos para 2030, elevando el objetivo vinculante de la UE al 42,5%, en línea con el Pacto Verde Europeo.
La reforma del mercado eléctrico busca estabilizar los precios mediante energías renovables y ofrecer a los consumidores opciones de contratos seguros a largo plazo o precios dinámicos para mayor flexibilidad. Se prioriza la protección de los consumidores vulnerables y se fomenta la conservación de la energía. Además, se insta a los Estados miembros a evaluar sus necesidades y fijar objetivos de producción de energía limpia, así como a facilitar el almacenamiento de energía para aumentar la flexibilidad del sistema eléctrico.
Por otro lado, bajo las nuevas disposiciones, la Agencia de la Unión Europea para la Cooperación de los Reguladores de Energía (ACER) obtiene la capacidad de examinar casos de naturaleza transfronteriza, en los cuales al menos dos países miembros se vean involucrados.
Nuevas normas del mercado eléctrico
Los Gobiernos de la Unión Europea han aprobado recientemente nuevas normas para el mercado eléctrico, con el propósito de controlar las abruptas subidas de precios experimentadas durante la crisis energética del 2022.
Estas regulaciones, destinadas a limitar las subidas de precios y los beneficios excepcionales, mantienen el modelo de fijación de precios utilizado para las ventas al contado de electricidad, pero con ajustes significativos. La Comisión Europea ahora tiene la facultad de declarar crisis de precios, permitiendo a los Gobiernos establecer límites temporales para los precios de la energía, especialmente para PYMEs, industrias de alto consumo energético y consumidores vulnerables.
Estas intervenciones se activan cuando los precios al por mayor se incrementan dos veces y media por encima de la media de los últimos cinco años, superando los 180 euros/MWh, y se proyecta que permanezcan elevados durante seis meses o más.
La nueva legislación también introduce el uso de contratos bidireccionales por diferencias para incentivar la inversión en energías renovables y nucleares. Además, se enfoca en la protección del consumidor, garantizando la libre elección del proveedor y opciones de contratos flexibles que se ajusten a las necesidades del usuario final.
A pesar del respaldo mayoritario de los Gobiernos de la UE, Hungría expresó su desacuerdo, argumentando que la regulación no brinda suficiente flexibilidad para garantizar precios asequibles y aplicar una regulación de precios para proteger a los consumidores domésticos.
Estas nuevas normativas, que entrarán en vigor en seis meses, fueron bien recibidas tanto por la Comisión Europea como por las empresas eléctricas, que ven en ellas una mayor seguridad, asequibilidad y transparencia en los mercados energéticos. Sin embargo, el desafío clave será asegurar la financiación necesaria para llevar a cabo la transición hacia un sistema energético más sostenible.