28/04/2021
A la hora de dar de alta la luz es importante conocer al detalle todos los términos, como el de tensión eléctrica. Se define como tal a la magnitud física resultado de la diferencia de potencial eléctrico entre el punto A y el punto B. Dicho de un modo sencillo, es el voltaje con el que la electricidad pasa de un cuerpo a otro, de ahí que popularmente la tensión eléctrica se conoce como voltaje. El voltio es la unidad de medida. La palabra se deriva de Volta, el apellido del físico al que se le atribuye el invento de la pila, Alessandro Volta.
El punto A y el punto B tienen diferencia de potencial y se unen a través de un conductor, produciéndose un flujo de electrones entre ambos. El punto A tiene mayor voltaje, de manera que cede parte de su carga al punto B mediante el conductor hasta que ambos tengan la misma tensión eléctrica. La corriente eléctrica es como se conoce al traslado de la carga del punto A al punto B.
En función del voltaje, la corriente eléctrica puede ser de baja, media o alta tensión.
Baja tensión
En España la baja tensión es considerada cuando la instalación cumple uno de estos principios. Por lo general, es la electricidad de las viviendas y el alumbrado público.
En primer lugar, que distribuye o genera energía eléctrica para autoconsumo. Y, en segundo lugar, que recibe corriente alterna igual o inferior a 1.000 votios.
Media tensión
Cuando la tensión eléctrica de la instalación oscila entre los 1.000 y los 36.000 votios se considera media tensión. En España hace referencia a la electricidad de grandes consumidores, como fábricas, hospitales e incluso aeropuertos.
Alta tensión
El Real Decreto 223/2008 establece cuatro categorías de alta tensión.
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Categoría Especial: cuando la tensión nominal es igual o superior a 220 kV, o las tensiones normalizadas oscilan entre 220 y 240 kV.
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Primera Categoría: cuando la tensión nominal es de entre 66 kV y 220 kV.
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Segunda Categoría: cuando la tensión nominal es de entre 30 kV y 66 kV.
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Tercera Categoría: cuando la tensión nominal es de entre 1 kV 30 kV.
Medir la tensión eléctrica
Los circuitos se usan para proporcionar energía a una carga, que puede ser desde un pequeño electrodoméstico hasta un motor industrial. Todas las cargas tienen una placa de identificación que señala cuáles son sus valores eléctricos, como el voltaje y la corriente. Cuando acude el técnico a realizar el mantenimiento o a reparar una avería, la información de la placa es vital. Si hay un fallo en el funcionamiento de un aparato eléctrico, el técnico puede utilizar diferentes instrumentos de medición para comprobar cuál es la energía, la corriente, y la carga, y determinar qué es lo que está provocando la variación.
Principales motivos de baja tensión eléctrica
Una de las causas más frecuentes de baja tensión es que el sistema se haya sobrecargado. Hay determinadas horas del día en las que la demanda aumenta, e incluso determinadas épocas del año. Por ejemplo, en los días calurosos del verano puede haber un pico de demanda de energía eléctrica por el aumento del uso de aparatos de aire acondicionado.
En la actualidad los sistemas eléctricos en las viviendas tienen tres cables que parten del transformador. El objetivo es que la demanda de la carga sea distribuida por igual, y el tercer cable actúa a modo de regulador neutral. Cuando existe desequilibrio en la carga y se ejerce más fuerza mediante un cable sobre el otro, el cable sobrecargado empieza a proporcionar menos voltaje, provocando con ello la debilidad de la señal.