23/02/2024
A largo plazo, el consumo de energía proveniente de fuentes renovables se perfila como no solo la mejor opción, sino la única sostenible. Para 2030, se espera que la producción de gas y petróleo disminuya significativamente, entre un 40% y un 60%, según la Agencia Internacional de Energía (IEA). En 2050, se proyecta que las energías renovables superen al carbón, petróleo y gas, según BloombergNEF. Se espera un crecimiento en la demanda de energía eléctrica, impulsado en parte por el aumento de los vehículos eléctricos.
Hidrógeno verde
El hidrógeno verde se obtiene mediante un proceso químico llamado electrólisis, que separa el hidrógeno del oxígeno en el agua utilizando corriente eléctrica. Si esta electricidad proviene de fuentes renovables, la producción de hidrógeno se vuelve libre de emisiones de CO2.
Esta tecnología ofrece la posibilidad de reducir significativamente las emisiones de CO2, ya que reemplazaría la producción de hidrógeno a partir de combustibles fósiles, lo que generaría un ahorro de 830 millones de toneladas anuales de CO2. Sin embargo, su viabilidad está cuestionada debido a su alto costo de producción, aunque se espera que este obstáculo se reduzca a medida que avance la descarbonización y se abaraten las energías renovables.
Este proceso es clave en la lucha contra el cambio climático, ya que ofrece una alternativa limpia y sostenible al hidrógeno producido a partir de combustibles fósiles. Con el objetivo de alcanzar las 30 toneladas de hidrógeno verde para 2030, se espera que esta tecnología desempeñe un papel fundamental en la transición hacia una economía más limpia y sostenible.
Aerotermia
La aerotermia es una tecnología que utiliza bombas de calor para extraer energía del aire y proporcionar calefacción en invierno, refrigeración en verano y agua caliente durante todo el año. Estos sistemas son altamente eficientes y contribuyen a la electrificación y descarbonización de la demanda de calor. En Europa, la demanda de calor representa el 50 % de la demanda final de energía, y la calefacción y el agua caliente sanitaria en edificios constituyen más del 60 % de estas necesidades.
La aerotermia funciona mediante un ciclo termodinámico que utiliza refrigerantes para extraer calor del aire exterior. Los sistemas de distribución térmica más comunes son los de baja temperatura, como el suelo radiante. Aunque la aerotermia tiene numerosas ventajas, como su alta eficiencia, contribución a la reducción de emisiones y ahorro energético, también tiene desventajas, como el costo inicial y el rendimiento ligeramente inferior en comparación con sistemas convencionales en ciertas aplicaciones. Sin embargo, su impacto positivo en el medio ambiente y la disponibilidad de incentivos fiscales están impulsando su adopción en todo el mundo.
Ventanas fotovoltaicas
Las ventanas solares son un tipo de ventana que puede generar energía a partir de la luz solar que incide sobre ellas. Utilizando diversas tecnologías, es posible convertir una ventana convencional en un panel fotovoltaico transparente, permitiendo que la ventana conserve su funcionalidad habitual.
Existen diferentes técnicas para lograr este tipo de ventanas solares. Algunas de ellas incluyen el uso de revestimientos líquidos, la aplicación de nanotecnología y otras técnicas avanzadas que permiten que el vidrio de la ventana sea capaz de generar energía de manera transparente. Estas tecnologías pueden producir ventanas translúcidas que son capaces de generar electricidad.
En el pasado, se han desarrollado materiales transparentes capaces de generar electricidad a partir de ondas infrarrojas y ultravioletas. Sin embargo, el interés en las ventanas solares aumentó significativamente con la publicación de un artículo en la revista Nature que presentaba cristales solares traslúcidos, lo que marcó un punto de inflexión en el desarrollo de esta tecnología.
