03/11/2023
Los combustibles fósiles, como el gas, el petróleo y el carbón, son los principales causantes del cambio climático global, ya que, según estimaciones de los científicos, son responsables del 75% del total de emisiones globales de efecto invernadero y aproximadamente el 90% de todas las emisiones de CO2. Para evitar las consecuencias más catastróficas del cambio climático, es necesario reducir un 50% las emisiones en 2030 y alcanzar el cero neto en 2050. Para alcanzar este objetivo, es necesario dejar de depender de los combustibles fósiles e invertir en fuentes de energía renovables que sean limpias, sostenibles y accesibles.
Las fuentes de energía renovables son renovadas por la propia naturaleza y emiten pocos (o ninguno en algunos casos) contaminantes o gases de efecto invernadero en el aire. Aunque cada vez ganan más fuerza, los combustibles fósiles siguen dando cuenta de más del 80% de la producción de energía en todo el mundo. Por este motivo, es necesario acelerar el ritmo hacia una transición a energías limpias y preparar el camino hacia un planeta más habitable para las generaciones futuras. Cabe señalar que las renovables ofrecen una solución ante la dependencia a importaciones, al tiempo que impulsan el crecimiento económico y crean nuevos puestos de trabajo.
Según información proporcionada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 99% de las personas respiran un aire que no alcanza los límites de calidad adecuados, lo que pone en serio riesgo su salud. Asimismo, cada año mueren 13 millones de personas a nivel global a consecuencia de la contaminación del aire. Las energías limpias, como la eólica o la solar, no solo ayudan a combatir el cambio climático, sino también a cuidar la salud de las personas.
Tipos de energías renovables
Las energías renovables son un tipo de energías derivadas de fuentes naturales que se reponen más rápido de lo que se consumen. Se caracterizan por no utilizar combustibles fósiles, sino recursos naturales que se pueden renovar ilimitadamente. Además, no producen gases de efecto invernadero, así como otras emisiones contaminantes, por lo que su impacto ambiental es muy escaso. Por lo tanto, las energías renovables son fuentes de energía limpias.
Energía solar
Esta es la fuente de energía más abundante y la perspectivas de cara al futuro son excelentes: la velocidad a la que el planeta Tierra intercepta la energía solar es 10.000 veces superior a la velocidad con la que las personas consumen la energía. Las tecnologías solares transforman la luz solar en energía eléctrica, ya sea mediante espejos que concentran la radiación solar o paneles fotovoltaicos. Estos últimos tienen una vida útil de alrededor de tres décadas.
Energía eólica
La energía eólica aprovecha la energía cinética del aire en movimiento gracias al uso de turbinas eólicas ubicadas en superficies terrestres o acuáticas. Se lleva utilizando durante miles de años, pero las tecnologías han evolucionado en los últimos años hasta convertirse en una de las formas más efectivas de producir electricidad. En aquellas zonas con vientos fuertes con velocidades muy altas, el potencial de la energía eólica supera la producción global de energía eléctrica.
Energía geotérmica
La energía geotérmica utiliza la energía térmica disponible del interior de la Tierra. El calor se extrae de unos depósitos geotérmicos a través de pozos u otros medios. Una vez en la superficie, se pueden utilizar fluidos a varias temperaturas para generar la electricidad. Una de sus principales características y ventajas es que está siempre disponible. A diferencia de la energía solar, no se resiente por la alternancia entre el día y la noche.